¡Hola, buenos días! Últimamente estuvo lloviendo mucho en Buenos Aires (además de estar haciendo frío, frío). Esos días no me dan muchas ganas de salir y, mucho menos, de vestirme. Son muchos los factores que hay que considerar: estar cómoda, abrigada, resguardarse de la lluvia y estar prolija (algo un poco imposible cuando la humedad es alta y el pelo está suelto). Ante ese panorama desalentador, recurrir a un abrigo más grande - y pesado - de lo habitual puede ser la solución. ¡Ah, y sin olvidar que tiene que tener capucha! Podemos usar prendas no tan abrigadas abajo, y por consiguiente, estar más cómodas, nos protege de la lluvia y, lo más importante, nos sentimos como dentro de un capullito de algodón (jaja).
En las fotos de hoy, elegí una parka larga, con corderito (¡ojo, es desmontable! Estoy esperando a la primavera para ver cómo queda - tengo especial predilección por las prendas a las que podemos usar en distintas temporadas). Para complementarla: una camisa mostaza, una camiseta a rayas y un jean. Lo peculiar de este jean es que es algo más tiro alto de los que uso habitualmente; eso me inspiró a poner la camiseta por adentro y agregar un cinturón. Esos pequeños detalles cambian la silueta, ¿no?
Por último, me gustaría agregar que me parece indispensable sumar color a los días grises... Ya se verá en las fotos, mejor dejo de escribir.
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